Olía a fresco por el paseo del Prado , Pepe había regado los jardines, era de mañana y pocas personas en la calle caminaban sin prestar mucha atención, ni a los jardines recién regados , ni a Pepe arrastrando su larga manguera amarilla para enrollarla y echársela al hombro. Pepe es muy delgado ,tiene mucho pelo pero ya muy blanco, un aire cansado. Lleva botas altas de goma .Tiene los ojos muy azules , azul cielo y una chispa en ellos que combina estupendamente con su sonrisa burlona . No se separa de su pitillo colgado casi siempre en su boca.
Esta mañana, como todas, no piensa en nada , automáticamente realiza su trabajo. Un reguerillo de agua sucia corre por el bordillo de la acera . Ahora se ha sentado a fumar un pitillo en uno de los bancos de piedra y se topa con un librito pequeño, esta un poco ajado, pero lo guarda en un bolsillo. ¿Quién puede imaginarse el itinerario de ese libro encontrado al azar?