miércoles, 30 de enero de 2013


UN LIBRO PERDIDO

Olía a fresco por el paseo del Prado , Pepe había regado los jardines, era de mañana y pocas personas en la calle caminaban sin prestar mucha atención, ni a los jardines recién regados , ni a Pepe arrastrando su larga manguera amarilla para enrollarla y echársela al hombro. Pepe es muy delgado ,tiene mucho pelo pero ya muy blanco, un aire cansado. Lleva botas altas de goma .Tiene los ojos muy azules , azul cielo y una chispa en ellos que combina estupendamente con su sonrisa burlona . No se separa de su pitillo colgado casi siempre en su boca.
Esta mañana, como todas, no piensa en nada , automáticamente realiza su trabajo. Un reguerillo de agua sucia corre por el bordillo de la acera . Ahora se ha sentado a fumar un pitillo en uno de los bancos de piedra y se topa con un librito pequeño, esta un poco ajado, pero lo guarda en un bolsillo. ¿Quién puede imaginarse el itinerario de ese libro encontrado al azar?








2 comentarios:

Glens dijo...

¡Qué persona tan sencilla! ¡Cuánto cariño derrochó! ¡Cuánta paciencia! Me alegra que reciba este homenaje desde donde esté. Con su eterno cigarrillo.
¿El librito lo tienes tú? ¿de qué trata?

Glens dijo...

Es un homenaje justo y merecido. La bondad discreta.
Como nos dice San Pablo:

"El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.

El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no pasará jamás."